DETRÁS DE MUCHOS MUROS ESTOY YO


Esta agudeza no la escribió un sabio chino de la época Song. Ni un escritor de adagios de la talla de Wallace Stevens. Ni Ramón Gómez de la Serna en su día más grave y entonado. Ni el mismo Jean-Paul Sartre habría conseguido entrelazar su conocida vehemencia con la capacidad de síntesis de estos versos de palote.

Los escribió una niña o un niño de entre ocho y once años, durante el ocio creador de una escuela alternativa de Asunción, en Paraguay. No conozco su nombre todavía. No preguntaré su intención o su fuente. Con el tiempo aprenderé detalles sobre ella o él, sobre sus padres, profesores o amigos. Sobre sus sueños y enigmas, entre los que tal vez figura este, enorme, que menciona el texto.

Lo que me llega de tan breve poema es una advertencia, a la vez un lamento, pero al final un canto de vida y de esperanza:

muro tras muro
tras muro tras muro
tras muro estoy yo

Alberto Silva