Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2018

ZEN LAICO EN BARCELONA

Imagen
DESDE OCTUBRE, ZEN LAICO EN BARCELONA DIRECCIÓN: ALBERTO SILVA MARTES, 12.00: ON LINE MIÉRCOLES, 08.00: YOGA GRÀCIA, Plaça del Nord 11 (metro: Lesseps) JUEVES, 19.00: SÍNTESIS, c/Urgell 68 (metro: Urgell) Si buscas una práctica semanal productiva, elige tu horario. INSCRIPCIONES: betosilvacastro@gmail.com

ZEN ES ATRAVESAR. ZEN ES FLOTAR

Imagen
"Llegar a ser uno mismo" equivale a volver adonde uno estuvo y quiere quedarse; o hacia el modo como uno es y quiere ser . La meditación pone en marcha una incansable operación retorno a esos parajes de la persona. La tarea incluye atravesar capas, estratos, dimensiones, extensiones, estados. El Zen encuentra todo tipo de obstáculos de realidad: en la materia externa o en cada persona (cuerpo y mente). Desde su arranque, Zen no es más que ATRAVESAR. El término consagrado en el Zen de Dôgen es KATTO ( カット ), palabra formada por una raíz de origen chino y otra japonesa, ambas con sentido de "cortar". Construido por la adición de ka y to , el concepto  katto significa "atravesar-atravesar". No se trata de una aliteración sino de un énfasis, necesario para dar cuenta de dos formas de atravesar que se plantea a los practicantes de zazen. A veces necesitamos perforar lo que vivimos, como una masa que se resiste. Por ejemplo la duda de que hablaba el pos

ZEN Y EL OFICIO DE VIVIR 14

Imagen
DIEZ APUNTES SOBRE LA DUDA  1) IMPERMANENCIA En cada uno de nosotros convive lo que puja por ser y lo que (por hartazgo o rutina, por fracaso o por miedo) quiere dejar de ser . Lo naciente se entrelaza con lo mortecino. En siete años, un cuerpo renueva la totalidad de sus células (según sostiene la biología). Al cabo de cierto tiempo también son otros nuestra sensibilidad y lo que designamos como emociones. Incluso bien distinto resulta el lenguaje con el que "decimos" (o dejamos que otros digan) lo que consideramos relevante.  Al mismo tiempo, y contrariando lo anterior, nos ocurre desear (¿sentir? ¿anhelar? ¿imaginar?) seguir siendo los mismos: si no idénticos, al menos idiosincráticos y, para hacerlo posible, si hace falta idiotas. De puro temor a evaporarnos en lo mudable y transitorio soñamos con cualquier unidad, al precio que sea. Nos parece justo reclamarla como individuos y colectivamente. Queremos tener las cosas claras. 2) ENGAÑOSO PAR DE OPUESTOS P

ZEN Y EL OFICIO DE VIVIR 13

Imagen
EL ZEN PRACTICADO EN LIBERTAD ES FUENTE DE INSPIRACIÓN Para recibir genuinamente el Zen (vale decir: para hacerlo carne de nuestra persona), mejor es saber poco que creerse informado. Por eso, la recepción del Zen en nuestra vida no debería ser sólo un intento de asimilar algo exterior (por más valioso que parezca y sea) sino, antes que nada, un esfuerzo por extraer algo de nuestro interior. En el mejor sentido posible, el Zen es una educación , un e-ducere . El zazen (práctica del Zen) se encarga simplemente de formatear (dar forma ) a la potencialidad del  vacío en cada uno. El trabajo del Zen es similar al trabajo de un artista que moldea su obra de a poco. El Zen nos vuelve artistas de la propia existencia. Pueden escuchar este video breve: https://www.youtube.com/watch?v=npUA3dZfCJc&feature=share Alberto Silva

ZEN Y EL OFICIO DE VIVIR 12

Imagen
Por tratarse de una herramienta de humanización de la persona, en el Zen uno no puede darse el lujo de renunciar a ser exactamente el que ya es.  El asunto, entonces, es evi tar cualquier auto-engaño, como quien espanta moscas en verano. El asunto es igualmente desoír cantos de sirenas (exteriores o interiores) que aseguran que somos alguien que solo imaginamos: alguien distinto al que percibimos cuando nos miramos sin recato ni  relato  ("relato" precavido y mentiroso que orientamos hacia la vanagloria o la auto-conmiseración, según sople el veleidoso humor de turno).   Decir Zen implica remitirse a la lúcida  parresía  de los cínicos griegos y los estoicos romanos. Zen , así, alude a la urgencia de entablar una relación veraz con uno mismo, sincera y desprejuiciada hasta la comezón, si hace falta hasta el dolor. Significa poder decir con propiedad, delante del espejo: no acepto una imagen fotoshopeada de mi mismo . Alberto Silva