DESEAR EL ZEN 6
Como nunca sab(r)emos del todo en qué consiste el Zen, hemos de ser cada día capaces de buscar uno sin mancha ni ruga (diría Loyola), apto para redefinirse en el seno de cada usuario. Y dado que el super-mercado espiritual está atiborrado de ofertas, la situación exige especial sagacidad para escoger un Zen individualmente drástico y colectivamente productivo.
Alberto Silva