DESEAR EL ZEN 16
Zen es un método para afinar,
refinar, afinizar una existencia que,
en su inicio, nos fue regalada, pero que en los momentos delirantes creemos poseer. El Zen no necesita, no exige, no
presupone, no fomenta, ninguna otra vida fuera de la que ya vivimos (la cual,
de pronto lo advertimos, ni de lejos es esa
que pensamos). El Zen enseña a entender que mi existencia material (que, por
comodidad, resumo en la neblinosa palabra yo)
resulta distinta de lo que suponía. Incluye miserias y bajezas espantosas, que
nos resistimos a reconocer. Anuncia horizontes de grandeza que ni nos atrevíamos
a ambicionar. Todo eso (junto y bien mezclado) equivale al abusivo pronombre yo, en otras palabras nuestra existencia. Nada existe fuera de
eso. Nada.