DESEAR EL ZEN 52



Lo que ha de ocurrir en nosotros acaba aconteciendo (a modo de preanuncio) desde antes: como un paño que se desenvuelve deja ver la trama entre los pliegues. 

La vida se vive en los pliegues, advierte Henri Michaux. La vida está hecha de los pliegues que oculta y que muestra, me permito acotar. La plenitud se vive desde un antes que va retrocediendo hacia lo anterior (si puedo espacializar lo temporal). 

Así funciona el zazen: anticipo la sesión mediante una adecuada preparación de la jornada. Cada vez retrocedo hacia atrás en el tiempo, perfilando mis disposiciones, desde la noche y luego la tarde anteriores. Hasta que, al empezar la sesión matinal, advierto que en realidad llevaba varias horas contemplando. O que acaso me dormí contemplando. 

ENTRADAS RECIENTES

DETRÁS DE MUCHOS MUROS ESTOY YO