DESER EL ZEN 51


El Zen es medicina, no cabe duda, aunque solo para gente con aguda y filosa conciencia de su necesidad y urgencia. 

Dicen que el maestro llega cuando el discípulo está preparado: contra lo que se suele sostener, este proverbio no alude a personas, sino a disposiciones personales. La curación arriba cuando el tratamiento encuentra en uno mismo su adecuado sujeto

No deja de ser irónico. Lo mismo decía Karl Marx sobre la posibilidad de una revolución: sobreviene cuando la sociedad está madura para ella. Otro tanto ocurre con los procesos de toma de conciencia de una identidad colectiva: me toca presenciarlo (y vivirlo) como parte de lo que hoy día ocurre en un sitio como Catalunya. 

A la vez, la fruta madura está en su justa sazón. Pero si se espera demasiado, lo maduro se seca, se agosta, se acaba pudriendo. Eso ocurre con los movimientos sociales. Y eso pasa igualmente con las puertas que se te abren en la vida: o lo entiendes al vuelo o se te escapa la oportunidad.

Así lo planteaba la sabiduría oriental antigua. La llamada "iluminación" se produce de modo infrecuente: cada vez que el anzuelo del pescador coincide con un pez que se acercó imprudente a la superficie y le dio por abrir la boca. Cada mil años, juguetea Dôgen.

Alberto Silva

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