DESEAR EL ZEN 73
¿Y qué pasa si, como preguntaba,
el Zen aspira a ser literalmente auto-ayuda,
preferible por estar libre de maestros, doctrinas, ceremonias e incluso libros
de auto-ayuda?
Aquí tendrían que intervenir los divulgadores del Zen sacando
pecho. Claro que, para sacar pecho, primero hay que tener espaldas. Y del Zen a
menudo solo vemos sombras nada más,
ecos vagos, fantasmas errantes.
Alberto Silva