DESEAR EL ZEN 76

Enarbolando Zen y zazen, uno experimenta la paradoja de enamorarse a la vez de la materia (lo físico, lo carnal, lo natural) y del vacío desnudo (donde uno sospecha que podría sin problema llegar a remansarse y flotar). 

Alberto Silva

ENTRADAS RECIENTES

DETRÁS DE MUCHOS MUROS ESTOY YO