DESEAR EL ZEN 88



Nada en esta vida es evidente. 

El Zen se la pasa poniendo en guardia contra todo lo que se presenta (o alguien presenta) como obvio (las palabras nunca son fantasmas volantes; alguien las dice; al decirlas, alguien tiene una intención, incluso si no se percata de ella). 

Lo recuerda un verso de René Char: Au coeur de l’évidence, il y a le vide, en medio de la evidencia, anida nada

Por método, el Zen nunca cree del todo lo que escucha. Se otorga el espacio y el tiempo suficientes para una meticulosa sospecha. 

Alberto Silva

ENTRADAS RECIENTES

DETRÁS DE MUCHOS MUROS ESTOY YO