LA ARAÑITA ¿DELIRA?
casi en modus samurandi
intento no agobiar (del todo)
a mis amigos
con historias menudas
de lo que en lenguaje
corriente denominamos nietos
Junto a Lucas, Verita,
Mateo,
cito como testigos a la gente que quiero,
en descargo
de inocencia, ¡dale!
Hasta que se
cruza en mi radar la araña laboriosa
la super ocupada
la sensible urdidora de redes. Saca
pecho, babea,
desafía al euclídeo
geometrista
al hercúleo equilíbrico
al punto áureo
a la pruda y esforzada simetría
Si trasladamos este
trance espiral
a los delirios
temporales de la APA
(Aracnoidal Psychotropic Agency)
pronto naufragan
teorías que sufragan a la lógica
de los ciclos piagetianos
del espejo lacaniano (anche borgiano o
de la imitación de Gabriel Tarde
Contra toda
expectación las arañas inventan,
sin modelo alguno
o precedente
(igual que hacen los sueños y los niños,
la emoción y otrosí las fractales increíbles
de la ageométrica poesía que
nos añeja
o nos aleja al
menos
de la soñada
perfección (esa que niños y arañas temen tanto
Las arañas no
dejan de tramar dibujos que,
adultos como ¿somos?, no logramos del todo explicar
Las arañas (y los niños) lo
que hacen es tejertejer
(hombre, ¡haberlo
dicho! eso lo explica todo
Y mientras
tejentejen, no cesan de inspeccionar el mundo
que es grande y ajeno, que rodea y que pesa,
presiona,
impresiona, les da continuo argumento para desconfiar
Tejentejen mientras
miran resplandecer caballos
como jarras micénicas decoradas con
motivos marinos
Tejentejen
admirando vacunos
dispuestos como patchworks de manosdeluruguay
Tejentejen ovejas
intervenidas por el ojo floral de Laura Ashley
Tejentejen cuando
les pasan por delante
pulpos de mirada sedosa que ocultan terrores (sonríen sin
dientes
Tejentejen y unos
hombres cansados, también muy ocupados,
pasean ajados uniformes obedientes
de oficinistas
En esas, la araña
laboriosa del cuento decide
no acabar su
intento, no acatar su
invento
(dibujos de niño o de araña no caben si pactan o transan
Y entonces la
araña mañosa glosando al gran Rilke se inventa un quinteto:
mi
vida crece y crece deforme
en
círculos abiertos
que
se inflan con viento
que
se hinchan de historias
de
nunca acabar
O acaso sí que acaban, como cuentos de Salinger,
sin decir agua va,
fieles al estilo inapelable de lo vivo
que es algo que
ahora está y acto seguido ¡plop!
salta como una rana
y deja de estar