EN TORNO A ZEN Y PSICOTERAPIA



El malestar de nuestro tiempo devuelve actualidad a un concepto clave de la antigüedad clásica: la cura. Muchos pensadores griegos y filósofos latinos concebían la sabiduría (y el amor que cabe dedicarle) como entrega a la cura (cultivo, cuidado, reparación) de uno mismo. De los presocráticos a Pierre Hadot y Michel Foucault, un hilo conductor expresa con distintos matices esta ocupación (preocupación) occidental. Abundantes y variadas psicoterapias contemporáneas recogen parecido zeitgeist.

Desde hace milenios, por su parte, el sudeste de Asia concibe la existencia del hombre como unidad. Esta puede ser conseguida por medio de una práctica capaz de volver compatibles (cómplices en un mismo individuo) lo que en el Oeste solemos distinguir (cuando no desmembrar): cuerpo, mente, emoción y lenguaje. Un término parece compendiar diversos proyectos orientales disímiles en tiempo y espacio: la meditación como proceso de curación del individuo a partir de una práctica soberana.

Psicoterapias y meditaciones persiguen algo parecido: ¿se trata de aquello que en el siglo 1 Séneca denominaba vita beata? Tal vez ambos tipos de propuestas estén llamadas a dialogar. ¿Cómo se ve la situación desde el Zen? ¿En qué se parecen (y se distinguen) el Zen y algunas de las psicoterapias más relevantes de la actualidad? Es lo que se plantea el breve vídeo que invito a escuchar:

https://www.youtube.com/watch?v=ePN_74kl7NA&feature=youtu.be

Alberto SIlva

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